Un pollo para 100 políticos

Posted: viernes, 14 de febrero de 2014 by Isaias Romero P. in Etiquetas: , , ,
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Publica La Opinión una  fotografía en la que se ve un grupo de niños del Instituto Técnico Carlos Ramírez París, del barrio La Primavera (niños de no más de nueve añitos), almorzando en el suelo. El texto que acompaña la fotografía lo escribe la periodista Jennifer Rincón y vale la pena que todos lo lean. La  edición es del 6 de febrero y lo pueden consultar por internet bajo el título “Un pollo para cien niños”.

 Los niños deben almorzar en el suelo ante la falta de mesas y sillas para sentarse.
Foto tomada de www.laopinion.com.co
Dice el informe que la empresa encargada de la alimentación escolar es Liber Norlácteos cuya responsabilidad se le adjudicó luego de haber ganado una licitación por 11 mil 539 millones de pesos. No dice, en cambio, que la empresa le pertenece a Jensy Miranda, un contratista exitoso amigo de muchos políticos y empresarios de Cúcuta que fue extraditado a España por narcotráfico.

La noticia causó horror e indignación entre la sociedad cucuteña. La forma humillante a que son sometidos los niños para recibir los alimentos nos avergüenza como seres humanos. Pero entre los horrorizados e indignados no hay uno solo que tenga poder. Una madre comunal no tiene poder. Un columnista de prensa, tampoco. Un vendedor de dulces, menos. En sociedades como la nuestra los que se indignan siempre son los que no pueden hacer nada.  De ahí que los horrores nos sigan aplastando con el peso soberbio de la impotencia.

Los niños de todos los tiempos y de todas partes del mundo siempre han sido víctimas del maltrato de los adultos: reclutados para la guerra en Colombia, África y Siria; explotados sexualmente en más de medio mundo. Obligados a pedir limosna en todos los semáforos de América Latina; niños quemados por explosiones de guerra en Vietnam,  Corea del sur y la España franquista. Los niños, como los ancianos, son los más maltratados tanto en la historia de las sociedades como en la historia de la literatura. Desde los expósitos de la literatura griega hasta los libros de Mónica Zak, pasando por los personajes de Dickens (y una niña explotada sexualmente en un cuento de García Márquez), todos los niños sufren en el mundo de los adultos.

Hay niños a los que les va bien, que almuerzan en el suelo y cuando grandes son funcionarios públicos. Me refiero a Luis Carlos Guzmán, subsecretario de educación municipal, quien trató de minimizar el escándalo diciendo que él también, cuando niño, almorzaba en el suelo. Por ese cinismo deberían obligarlo a que vuelva a almorzar en el piso pero usando como cubiertos los zapatos del alcalde.

El debate apenas comienza. Los candidatos al Senado y Cámara no se han pronunciado sobre el tema probablemente porque los niños no tienen cédula y, por lo tanto, no pueden votar. Yo propongo que rellenemos un pollo con todas nuestras cédulas y lo tiremos al piso. Van a ver cómo todos los políticos caen en estampida, arrastrándose y mostrando sus miserias. Un pollo para cien políticos de esos que da Liber Norlácteos de manera tan generosa.

SINVERGENZAS

Posted: viernes, 7 de febrero de 2014 by Isaias Romero P. in Etiquetas: , , , ,
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Los polticos en Colombia no tienen vergenza. No todos, claro, hay que ser justos. Debe haber por ah un aire fresco de renovacin poltica. Un aire fresco que ser contaminado cuando llegue al poder. Porque el poder corrompe, destruye, vuelve miserable lo que antes era una promesa de cambio. Por eso no creo ni en la izquierda ni en la derecha. La derecha porque es la autoridad exacerbada, es decir, el autoritarismo. Y la izquierda porque ambiciona el poder para el desquite: no hay nada ms de derecha que un gobierno de izquierda.



Pero en Ccuta los polticos no son de izquierda o de derecha, sino de la sinvergencera. No tienen escrpulos. Me contaron que el domingo pasado, en una manifestacin poltica en el barrio San Jos, el senador Manuel Guillermo Mora fue a la casa de mi madre a lagartearle el voto. No fue slo, por supuesto, l nunca est solo, lo acompaaba su compinche de frmula  Juan Pablo Celis, y su squito de aduladores lamesuelas.


No es que me incomode que los candidatos busquen votos. Esa es una de sus funciones. La otra es actuar con cinismo. Lo que me incomoda es que dos tipos de una trayectoria poltica dudosa (Manuel Guillermo Mora cuando fue alcalde de Ccuta vendi hasta los parques pblicos; mientras que Juan Pablo Celis  todava no ha explicado su presunta participacin en el enredo que hace algunos aos tuvo Fundabien: la Fundacin creada por directivos y funcionarios de la Cmara de Comercio) que dos tipos como estos, digo, vayan a darle besitos a mi madre en la mejilla, donde slo la han besado sus hijos, es como para pegar un grito en el cielo.

Desde entonces a mi madre se le infect la mejilla. La llevamos al mdico y nada. Le pusimos un cataplasma a base de hierbas medicinales, y tampoco. Visitamos a un mdico naturalista que nos recomend un mejunje medieval y no surti efecto. Una vecina nos recomend llevarla donde un exorcista porque la cosa ya estaba tomando dimensiones sobrenaturales: la mancha en la mejilla de mi madre iba creciendo a un ritmo acelerado, era oscura, granosa y estaba invadiendo su rostro. Entonces  la llevamos donde nos dijo la vecina y el seor exorcista la rez, le puso un crucifijo en la mejilla y madre lanz un aullido espeluznante. El exorcista me llam y me dijo:

-Logra ver lo que la seora tiene en  la mejilla? Lo que se le est formando? 

Y yo mir,  y vi que se le formaba el nmero 20. Pero no entenda nada.

-Es el nmero de la bestia, dijo el exorcista, echndose la seal de la cruz.

Entonces nos recomend llamar al prroco del barrio que limpi la mejilla con agua bendita y logr borrar el nmero de la bestia y la mancha. Madre volvi a su vida normal, y a m solo me queda decirles a todos los candidatos que por favor no le lagarteen el voto a mi mam, que me busquen a m y en la cara les dir porque mi familia no votar por ninguno de ustedes.  No  sean sinvergenzas. 


Un tren de ochenta vagones

Posted: viernes, 27 de diciembre de 2013 by Isaias Romero P. in
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Columna Vía Libre


Foto tomada de www.elespectador.com

Mañana Cicerón Flórez cumple 80 años de edad. Es la primera vez que un toro cumple 80 años. Es como si el minotauro saliera del laberinto para ser fotografiado en su exacta dimensión humana: la cabeza grande y cuadrada, de rasgos firmes.

Su rostro es la geografía del caribe, con sus palmeras y huracanes. Su voz es un mar embravecido, que tiembla, que vibra, que hace temblar y vibrar al auditorio cuando recita los versos de Neruda y Vallejo. Tiene el color de la tierra cuando ha sido pisada por el sol. Es un toro que ha sido vaciado en las carnes y en los huesos de un poeta. Si no fuera toro, sería el canto general. Sería una avalancha, un deslizamiento portentoso. Pero es toro de lidia que cuando sale al ruedo no se distrae en adjetivos sino que embiste. Sus columnas –porque este toro escribe y embiste dentro del ruedo del periodismo- son cornadas que hieren, que lastiman a una clase política corrupta.

Este toro, a lo largo de su vida, ha sido odiado y amado. Perseguido y amenazado. Pero hasta el más visceral de sus enemigos reconoce que es un toro honesto, que no miente en el ruedo, que no hace trampa, que no se deja comprar, que  prefiere morir como toro bravo a vivir como vaquilla consentida del poder.


A este toro no le gustan los elogios. Respira fuego por la nariz cuando alguien le escribe un panegírico. Cuando alguien reconoce que en el ruedo hizo una buena faena, que se portó boyante, que dio lidia. Por eso corro el riesgo de enfrentarme a su cornamenta. Pero es que con toros como este es imposible no usar todas las figuras literarias: la metáfora y el símil, la hipérbole y el hipérbaton, la analogía y la enumeración. Incluso esa figura retórica que tanto gusta a los caricaturistas: la onomatopeya. Sale una columna y ¡plasf!, dio en el blanco. Hay un secuestrado y ¡Aghgggggh!, se lamenta. Cuenta una anécdota y ¡plas, plas!, recibe aplausos.

Es un toro, pero también pudo ser una montaña que respira, un bloque de madera, un mecedor de mimbre donde se mece el tiempo. Cabeza de toro, cuello de toro, ojos de gavilán. Cuando habla, su voz sale de las tripas, de las orejas, de la saliva, de las uñas. Es una voz de órgano vital. Cada sílaba suya forma un muro donde los más jóvenes escriben el graffiti de su rebeldía.

Cada lector, cada amigo suyo, cada vecino, puede  buscarle a Cicerón la analogía que quiera. Para mí es un toro. Pero también un tren de ochenta vagones. O, mejor, un Cicerón son ochenta toros que viajan en un tren de ochenta vagones hacia una corrida que él mismo preparó: es la corrida de la vida, donde no hay toreros sino lectores. Por eso este toro grande se ha ganado el indulto de sus lectores. Que tenga feliz cumpleaños, Maestro.

A DENTELLADAS

Posted: viernes, 20 de diciembre de 2013 by Isaias Romero P. in
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 Columna Via Libre

“Vamos a construir 20 mil viviendas para gente que vive arrimada, con arcilla de nuestra tierra, y bloque, esta es mi propuesta, y si no cumplo la gente puede derogar mi mandato” Donamaris Ramírez Lobo.  (A Caracol Radio, septiembre 4 de 2012).

Pero resulta que no cumplió. Y tocará ahora derogar su mandato 20 mil veces, porque 20 mil veces escupió sobre el rostro de la gente pobre de Cúcuta. 20 mil veces se burló de los cucuteños y 20 mil veces le mintió a la ciudad, al país, a sus electores y a su Dios confesor. Donamaris pertenece a  esa estirpe de político que logra sus objetivos dando codazos, metiendo zancadilla, enredando documentos, diciendo medias verdades, haciendo alianzas con Satirio o con el diablo, es lo mismo; comprando concejales y echando dentelladas a todo lo que se le atraviese. Por eso es que mucha gente ya no visita la alcaldía de Cúcuta, porque saben que por allá muerden mucho.





Pero no es el único. A Cúcuta se la han ido comiendo a dentelladas los distintos gobiernos de turno. El mordisco de Manuel Guillermo Mora fue largo (y su nómina paralela) fue tan grande que casi se traga entera la ciudad: se comió parques, árboles, avenidas, calles, en fin, dejó la ciudad convertida en un inmenso montículo de estiércol. Y con la plata acumulada se fue hacer una especialización (intensisísísísímaaaa de tres días a Japón). Debe hablar y pensar en japonés porque nunca entendió nada de las necesidades de los cucuteños.  Y  así de para atrás y para adelante.

Cúcuta es una presa suculenta que se la pelean por igual paramilitares, políticos, empresarios, narcotraficantes, delincuencia común, líderes espirituales y extranjeros. Se la han comido en rebanadas, de a poquito, que alcance para todos –o sea, para la clase política endogámica o bastarda que se engulle la ciudad y luego la expulsa por su tubo digestivo- pero no les alcanza: la avidez del político cucuteño es tan amplia como un agujero negro. Y cuando no logran comerse todo el plato rebosante de sopa burocrática, entonces vende las sobras.

Vendieron Centrales Eléctricas, Aguas Kapital, los parques de la ciudad. Quebraron la Lotería de Cúcuta y  la licorera de Norte de Santander. Destruyeron el Bosque Popular y ahora van por el Club Tenis. No vendieron el Incunable porque alguien le dijo al alcalde de la época que es de mala educación comerse todo y no dejar migajas en el plato.

Y Donamaris se está comiendo todo lo que quedó en la mesa. Y come rápido, este señor, y se atraganta, porque sabe que estamos en elecciones y pronto llegarán más comensales: Pedro Durán, Blanca Cruz, Hernando Ross, Javier Prieto.  ¿Habrá comida para todos? Tiene que haberla, porque si no terminarán comiéndose entre ellos mismos en una especie de “politiantropofagia” que celebraríamos con orgullo: que se den muela entre ellos y dejen que la ciudad se recupere.

RENSON HABLA DE CNE

Posted: martes, 17 de diciembre de 2013 by Isaias Romero P. in
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En Sptimo Arte, un programa de cine para los oidos de los cucuteos, a travs de la Ufps Radio, 95.2FM, Renson es invitado a hablar sbre cine, literatura y poltica. Escuche el programa aqu.

Un moderno Quijote

Posted: viernes, 13 de diciembre de 2013 by Isaias Romero P. in
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Columna Vía Libre


Tiene 23 años. Es de mediana estatura. Su conversación es inagotable. Si habla de arte, los ojos le brillan. Si habla de ingeniería mecatrónica (carrera que cursa en la Universidad de Pamplona) su sonrisa es una ventana abierta. Dice que es feliz porque hace lo que le apasiona y no lo que le ordenan. Y su pasión es el arte, la curaduría, la museografía. Ha hecho cursos  y diplomados y recientemente participó en el VII Encuentro Iberoamericano de museos, en Barranquilla. Representó al museo Centenario, de Cúcuta y al Museo Ramírez Villamizar, de Pamplona.

Estoy hablando de Henry Bonilla Contreras, un joven cucuteño que esta noche presenta, en la Torre del Reloj, la exposición Urbanismo y Sensualidad, de la cual es curador. Son 23 obras de artistas de Norte de Santander y Santander.  Dice Henry: “el principal objetivo de este proyecto es propiciar el estudio de aspectos urbanísticos en el arte contemporáneo con una mirada sensual de la vida cotidiana en la región Oriente”.

Su vida no es un enfrentamiento entre la ingeniería y el arte, como pudiera sospecharlo un lector desprevenido, sino de mutua hermandad. Henry quiere aplicar algunos conceptos de la ingeniería mecatrónica al arte contemporáneo. Y más le vale al interlocutor no preguntarle nada al respecto porque suelta de inmediato un rollo de nunca acabar. Tiene las cosas bien claras. Un organismo frágil como el suyo es la prueba de que todo ciclón nace del reposo. 



Pero no todo ha sido fácil para Henry Bonilla. Es un joven que quiere hacer cosas pero no lo dejan. Nadie lo apoya. Le cierran puertas, le dan zancadillas, algunos funcionarios se burlan de él y lo insultan porque sus proyectos son desmesurados. Los mismos artistas (algunos, para los que Henry trabaja) son los primeros en obstaculizar sus propuestas. Hace poco dije en una columna que la enfermedad que corroe al artista de Cúcuta es la envidia. Y Henry lo ha podido comprobar. Para la exposición Urbanismo y Sensualidad que se inaugura hoy en la Torre del Reloj, Henry encontró múltiples obstáculos. 

Primero, nadie creía que un muchacho desgarbado y sin experiencia pudiera convocar una nómina de artistas de lujo.  Segundo, que la exposición fuera itinerante por los museos de la región Oriente y Caribe colombiano, y tercero, que esos artistas convocados avalaran la propuesta. Hasta la directora del Museo de Arte Moderno de Bahía, Brasil, envió a Henry un mensaje de felicitaciones por la exposición y el ministerio de Cultura y Educación de Colombia le dio un espaldarazo. Pero fue acá en Cúcuta donde encontró los tropiezos. Nadie le prestó atención. En ese vasto océano de envidias, celos y frustraciones que constituye el gremio cultural de la ciudad, Henry se encontró con tiburones, pirañas, cocodrilos y ballenas. Quiso desempolvar unas obras del maestro Ramírez Villamizar que se están pudriendo en la Secretaría de Cultura y se lo impidieron. Henry quería reactivarlas y exponerlas esta noche. Pero no lo dejaron con la excusa de que ese muchacho no tiene experiencia. Es probable que no la tenga, pero sabe del valor histórico-cultural de la obra y con la asesoría indicada se podría hacer algo para que Ramírez Villamizar tenga un público diferente a la polilla.

La exposición que Henry Bonilla presenta esta noche se realizó con bajo presupuesto y constituye  un escupitajo a esa actitud que tienen algunos funcionarios de no creer en nuestra gente. Es muy fácil apoyar a quien posea un largo historial de títulos académicos, muchas millas acumuladas y un acento foráneo. Pero así, las cosas no tienen gracia. Lo verdaderamente importante y revolucionario es apoyar a alguien que no ha salido nunca de la ciudad, que se ha formado con disciplina y que además ha demostrado ser juicioso en su trabajo.  Es probable que Henry no sea portada de ningún diario del mundo y que su magnífica exposición de esta noche no sea registrada por la prensa latinoamericana. Eso a él no le importa. Es un moderno Quijote que ya empezó a desfacer entuertos y a liberar virginales doncellas.

LAS COSAS DE LA BIBLIA II

Posted: lunes, 2 de diciembre de 2013 by Isaias Romero P. in
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Columna - Vía Libre
Renson Said


Hablé la semana pasada de las cosas que no me gustan de la Biblia. De cómo sus exégetas lo convirtieron en el libro base para el extermino de los infieles a nombre de “la verdadera fe”. Y de cómo de allí surge la Inquisición con sus hogueras medievales en las que quemaban vivas a las personas que se atrevieran a cuestionar el orden establecido por la Iglesia de Roma. Pero hay otras cosas que sí me gustan de la Biblia y son muchas. Su literatura, por ejemplo.

La Biblia siempre ha sido fuente de inspiración para escritores del mundo en todas las épocas. Es la obra de ficción más completa de toda la historia. Es imposible pensar en primer Pablo  Neruda sin antes tener en cuenta El Cantar de los Cantares. Así como hay momentos en la obra de Antonio Cisneros y de Ernesto Cardenal que recuerdan a los Salmos y Proverbios.

El Génesis es un libro mítico como, digamos, el primer capítulo de Cien años de Soledad. Aunque Cien años de Soledad supera todo el Antiguo Testamento en coherencia narrativa, en la construcción de personajes y en la fecundidad verbal. García Márquez es superior a Moisés. En la obra de García Márquez hay una ética y una estética y una compasión por los personajes. En la obra de Moisés, por ejemplo, hay relatos que están concebidos para manipular conciencias, como el Libro de Job, y eso, desde un punto de vista literario, me parece aberrante y obsceno.

Decía al principio que de la Biblia sale todo lo que hoy se conoce como literatura. Del pasaje de Jonás y la ballena surge la literatura fantástica. Del relato de Noé y el diluvio universal nace Joseph Conrad, Herman Melville, Álvaro Mutis y toda la literatura de mar. De la figura de Moisés salen todos los héroes épicos. Del versículo 7 del Cantar de los Cantares sale Safo. Del Éxodo sale la literatura de viajes. Del Levítico y del libro de Números, la literatura periodística. En el Deuteronomio hay un versículo en el segundo capítulo que es el origen de Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift y de Gargantúa y Pantagruel, de  Francois Rabelais.

Se sabe que de la violación del quinto mandamiento de la ley de Dios nace la novela policiaca.  Y de la violación del sexto, la literatura erótica. De la violación del séptimo surge la picaresca española. Y así hasta llegar al Apocalipsis que son los pergaminos de Melquiades en la novela de García Márquez.

Por eso al escritor que intente escribir la Biblia la va bien. Lo hizo Neruda en el Canto general, Agustín Yáñez en Al filo del agua, Leopoldo Marechal en Adán Buenosayres, Homero Aridjis en El Último Adán. Y García Márquez en Cien años de Soledad.

La Biblia es una obra fascinante si el lector tiene claro desde un principio que Dios es el mejor personaje de ficción que ha inventado la literatura.


Primera Pàgina de La Opiniòn

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lea el pròlogo del Popol Vuh de Ediciones Dipon, escrito por Renson