Con el periódico en la mano

Posted: viernes, 15 de noviembre de 2013 by Isaias Romero P. in Etiquetas: , , , ,
0

Columna Via Libre - La Opinión
Por: Renson Said Sepúlveda


La semana pasada el exalcalde de Cúcuta Ramiro Suárez Corzo recibió un permiso especial de las autoridades para asistir al funeral de su hermano menor. Ramiro Suárez está condenado a 27 años de prisión por el asesinato de Alfredo Enrique Flórez. 


Para nadie es un secreto que el ex alcalde de Cúcuta maneja los hilos del poder local desde su celda de La Picota, en Bogotá. Condenado por asesinato, señalado por Mancuso de tener vínculos con el paramilitarismo, solicitado por la Fiscalía en el caso del asesinato del veedor Pedro Durán Franco y con un historial oscuro, una especie de Al Capone sin corbata, despierta todavía el respeto y la admiración de la clase política local. Eso prueba el nivel de degradación a que ha llegado nuestra dirigencia.



El funeral de su hermano se convirtió en el evento político más importante del año: empresarios, periodistas, políticos, gente del común, funcionarios en ejercicio y admiradores fueron a verlo, a tocarlo, a pedirle la bendición, a contarle chismes, a pedirle plata, respaldo y avales. 
Porque Ramiro Suárez hace todo  eso desde su celda: regaña, despide, hace nombramientos, 

pelea, ordena, insulta y arma componendas. Hace poco Noticias Uno dijo que al ex mandatario y a 

su hermano (el que acaba de fallecer) se les acusa de haber entregado 800 millones de pesos a una mujer cercana al alto tribunal para sobornar a los tres integrantes de la sala donde se estudia el recurso de casación interpuesto por Suárez Corzo sobre su condena.

Foto tomada de: www.elespectador.com


El poder de Ramiro Suárez es inmenso. Su fortuna nadie la sabe calcular. Su éxito radica es que viene de familia humilde, se identifica con las clases populares y su lenguaje campechano logró calar en lo más hondo de la conciencia de los destechados. Entre los políticos profesionales de la ciudad Ramiro es algo así como un paradigma: porque tiene los votos, tiene la aceptación de buena parte de los estratos más bajos y además, como si fuera poco, tiene la plata.



¿Si no tuviera la plata que tiene las autoridades le hubieran dado el permiso que se les ha negado a otros reclusos por delitos menores a los de Ramiro? 



Ramiro se da el lujo de faltarle el respeto a todo el mundo. “El que tiene plata, marranea”, dice el conocido refrán. Por eso, a sus periodistas radiales (a los que trabajan para él) les dice “mis perritos”. A los políticos encumbrados les alza la voz  y los insulta, les tira migajas de pan al suelo y los reprende (como a los perritos) golpeándolos tiernamente con un periódico en el trasero. 



Da vergüenza ver a tanto candidato lamerle la mano a quién está condenado por asesinato y con cuentas  pendientes en otros procesos. Fueron a verlo por miedo. Porque saben muy bien que cuando el patrón levanta el periódico enrollado, cae un funcionario.

0 comentarios:

Primera Pàgina de La Opiniòn

Primera Pàgina de La Opiniòn

lea el pròlogo del Popol Vuh de Ediciones Dipon, escrito por Renson